Impón una demanda de divorcio

Romper un matrimonio siempre será una decisión difícil de concretar, peor cuando se está decidido, es necesario contar con un despacho de abogados expertos en divorcios exprés. Siempre que el proceso se realiza por mutuo acuerdo, será más fácil y más rápido para ambas partes.

Durante todo el proceso, la asesoría de un letrado con gran experiencia es fundamental para tomar las decisiones adecuados. La firma de Abogados Cebrián te ayudará para conciliar los mejores pactos en pensiones, vivienda familiar, separación de bienes, régimen de visitas y más.

Para iniciar una demanda de divorcio no se requiere, en España, estar separados, pero sí es ley que se hayan cumplido tres meses tras haberse celebrado el matrimonio eclesiástico o civil.

Inicia una demanda de divorcio: mutuo acuerdo o contencioso

Antes de comenzar el proceso se recomienda que la pareja converse muy bien los términos sobre los cuales se procederá. La verdad es que, la disolución del matrimonio es una fractura real en la vida de los involucrados, sobre todo, si hay hijos en común.

La idea es conciliar un acuerdo positivo para evitar el sufrimiento mayor de quienes están inmersos en el proceso. Sin embargo, es comprensible que algunas parejas no tienen la posibilidad de conversar. Por ello, el Código Civil estipula dos tipos de demandas de divorcio:

Mutuo acuerdo

Es la manera más fácil de proceder. Cada uno de los involucrados impone la demanda por separado o solo uno lo hace bajo el consentimiento del otro. Una de las vías más recomendadas por los Abogados Cebrián es que el matrimonio presente una demanda y estén asistidos por el mismo jurista. Esta es la especialidad del despacho, cuyo objetivo es garantizar la separación en tiempo récord.

Un juez recibe la petición. Posteriormente, el juzgado llamará a los cónyuges para corroborar todos los aspectos del convenio regulador. En caso de que existan hijos en común, se hará énfasis en las cláusulas que les perjudican y, posteriormente, se dictará la sentencia de divorcio.

Demanda contenciosa

Cuando no hay acuerdo, la demanda la inicia uno de los cónyuges ante un juez. Por obvias razones, cada uno estará representado por un abogado diferente.

Al igual que la anterior, este proceso se inicia ante un juzgado. Al recibir, el magistrado remitirá un texto con la solicitud a la otra parte. Este tiene 20 días de plazo para responder. Al tener la contestación, se celebra un juicio donde las partes deben comparecer. En este momento, cada uno defenderá con pruebas y argumentos las razones de su decisión.

Al finalizar el proceso, se dictará una resolución judicial con respecto a la solicitud del divorcio. En cualquier caso, el resultado va a apelar a la protección de los menores.

Este es un pequeño resumen del trámite. Una demanda contenciosa es un proceso largo que atraviesa muchos pasos hasta llegar el fin. Es el camino más doloroso para todos los integrantes. Por ende, se recomienda a las parejas lograr acuerdos amistosos, previamente, y optar por un divorcio de mutuo acuerdo.