Un matrimonio hace aguas cuando no tiene futuro por tener vías de agua que lo hacen inviable.
Es un ejemplo muy gráfico que evidentemente se deriva de la situación que se produce en un barco cuando comienza a tener agujeros y le entra el agua teniendo graves problemas para mantenerse a flote.
Ese símil de mantenerse a flote es muy representativo en el caso de los matrimonios que gozan de un futuro saludable y otros que al hacer aguas tienen un futuro muy incierto, pues probablemente, salvo que sea posible tomar medidas de reparación urgentes, acabará hundiéndose.
Un barco que está adecuadamente cuidado y reparado de no impactar contra algún elemento que lo dañe o sufrir algún tipo de contingencia, nunca se hundirá. Lo mismo ocurre con todo incluyendo los matrimonios, un matrimonio fuerte y saludable será indestructible, pero en ocasiones simplemente naufragan con el paso del tiempo por todo tipo de motivos. Cuando se navega con un barco con problemas, suele ser mejor parar y ver si se puede arreglar y en su caso bajarse del barco, pues de no ser así y no arreglar esos agujeros en condiciones, los parches precipitarán su hundimiento en un contexto menos ventajoso.
Si su matrimonio está haciendo aguas pero aún existe, quédese analizando la situación actuar y pensando en si tiene futuro y qué habría que hacer para que se futuro fuera viable. Además, todo matrimonio y pareja es cuestión de dos, de manera que además de lo que usted quiera, opine o piense, también habrá que tener en cuenta aquello que siente y necesita su otra mitad del matrimonio, su marido o mujer.
Para saber qué hacer y cuando hacerlo, lo importante es saber cuando divorciarse test. Preguntas, ayudas personales, familiares y profesionales. Todo lo que sea constructivo merecerá la pena para tomar la decisión acertada.
No son pocas las parejas que inicialmente parece que no tienen futuro pero que después acaban sorprendiendo a todo el entorno y acaban forjando una relación excelente. Pero sensu contrario, también hay matrimonios que se casan con la intención de estar juntos, pues todo apunta a que cumplen con los parámetros que socialmente se requieren para ello, pero sorprendentemente acaba haciendo aguas y suponen un verdadero shock con constantes dudas.
La vida es corta y las decisiones deben de tomarse a tiempo. No hay que tener miedo al cambio, sino a tomar decisiones inadecuadas que no nos hagan felices individual ni conjuntamente y que nuestra vida no nos satisfaga.