Todos los matrimonios tienen mejores y peores momentos, pero lo bueno debe de compensar lo malo, pues de sentirse infeliz en su matrimonio, deberá de plantear se una decisión de reavivar su relación matrimonial o terminarla a tiempo de que puedan producirse tensión y desavenencias.
Síntomas de un mal matrimonio
Los síntomas de un mal matrimonio son los siguientes:
- Malestar e intranquilidad.
- Problemas de comunicación.
- Falta de empatía y respeto.
- Ausencia de proyecto común.
- Necesidad de pasar tiempo sin nuestro cónyuge.
Cuando nos disponemos a conocer los síntomas de un mal matrimonio, realmente los conocemos, los reconocemos al menos en parte y poco nos puede sorprender pues en esencia todo aquello querido y deseado nos es favorable y nos refuerza y por el contrario lo no querido ni deseado nos hace sentir un matrimonio insatisfactorio y no deseado, o lo que es lo mismo, un mal matrimonio.
Cuándo un matrimonio está irremediablemente roto
Un matrimonio está irremediablemente roto cuando la ideal de divorciarse o separarse deja de ser un pensamiento y se convierte en una necesidad.
Los matrimonios y relaciones sentimentales no son lineales, sino que van cambiando en función de las circunstancias y evolución de relación entre los esposos.
No hay que tener a las dificultades, pues con total seguridad existirán en el matrimonio, pero lo que hay que tener es la intención de detectarlas y solucionarlas.
En ocasiones la falta de interés o negación de los problemas hace que no se puedan tratar y superar y hacen que las cosas malas vayan a más y las buenas acaben resultando irrelevantes. Cuando se pierde el interés de arreglar los problemas o se sienten tan difíciles de solucionar, el matrimonio se concibe como roto y de no reaccionar para dar un giro de 180 grados, el matrimonio estará irremediablemente roto, y habrá que estudiar la posibilidad de divorciarse a tiempo antes de que el malestar aumente aún más.
Cómo saber si un matrimonio ya no funciona
Para saber si un matrimonio no funciona, no tiene que preguntar a los demás, sino a usted mismo. Los demás tienen una percepción de un matrimonio desde fuera, desde aquello que se percibe y desde los gustos y valores de esa persona, que incluso puede ser que no sea parcial. Por ello, debemos de tomar decisiones por nosotros mismos y en casos de matrimonios que no funcionan, nos deberemos de preguntar y contestar nosotros mismos, pues en definitiva es nuestra vida y los aciertos y errores deben de ser propios, no ajenos.
¿Preguntó a alguien si debía de casarse y funcionaría su matrimonio? De manera sopesada casi ningún matrimonio lo hace. Por ello, para el divorcio hay que dejarse ayudar por amigos y seres queridos, incluso ayuda profesional de terapia de pareja y abogados de familia.
Puede salir de dudas y hacer toto tipo de test que pueden ser de gran ayuda, pero la última decisión debe de ser suya de la manera menos condicionada posible:
Cómo convivir en un matrimonio roto
En ocasiones la vida nos impide divorciarnos de manera temporal ya sea por circunstancias, necesidades o decisiones. Convivir en un matrimonio roto puede ser inmensamente cruel y duro de no saber gestionarlo adecuadamente.
Los principales problemas de un matrimonio roto que mantiene la convivencia es que no existan límites claros y que exista una constante tensión y que por cualquier cuestión de importancia menor de la convivencia se pueda llegar a un enfrentamiento.
Lo ideal es tener un matrimonio pleno. Pero incluso en un matrimonio roto, la convivencia debe de tener normas justas de libertad, igualdad y respeto.
Puede consultar a nuestros abogados de divorcio express.