La custodia compartida es el tipo de regulación paternofilial de familias separadas o divorciadas con hijos en la que los menores están cuidados y atendidos por ambos progenitores en similares periodos de tiempo alternos.
Los requisitos de la custodia compartida son que:
- Ambos progenitores tengan disponibilidad y posibilidad de atender adecuadamente a los hijos.
- Adaptación de los hijos a ambos padres.
- Inexistencia de enfrentamientos graves entre los progenitores.
- Proyectos de vida compatibles y beneficiosos para los hijos.
Tipos de custodia compartida
La custodia compartida no precisa que los periodos en los que los hijos están con cada uno de los progenitores sean idénticamente iguales y exactos. Lo que se requiere es que sean similares. De hecho, en lo que se refiere a la fijación de las obligaciones de pago de alimentos principalmente se tiene en cuenta:
- Capacidad económica de cada progenitor.
- Número de días que estará con cada progenitor al año.
Dentro de los tipos de custodia compartida el más recomendable desde nuestro punto de vista es la semanal. ¿Por qué? Por adaptarse perfectamente a la vida de los hijos que es semanal.
También es posible por periodos de dos semanas o quince días, meses, dos o tres meses o años, pero desde nuestro punto de vista cuanto mayor es el tiempo menor estabilidad, pues se acostumbran en periodos demasiados largos y después cada cambio se empieza de cero. Con el tipo de custodia compartida semanal, los hijos están adaptados a la alternancia con ambos progenitores.
No separarse por los hijos no es una opción recomendable, pero de hacerlo y tener hijos, lo mejor es fomentar la corresponsabilidad parental que será lo mejor para nuestros niños.
Convenio regulador de custodia compartida
El convenio regulador de custodia compartida suele ser muy fácil de gestionar pues los derechos y obligaciones de ambos padres respecto de los hijos son tan parecidos que se equilibran de una manera muy estable.
Ambos padres disfrutan de periodos semanales, fines de semana e intersemanales. Esto permite que ambos puedan tener conexión constante con el día a día de los hijos. Ambos padres comparten la parte mejor y la no tan buena. Se comparten las alegrías y las preocupaciones y todo es muy fácil si la relación entre los progenitores es mínimamente razonable y cordial.
El convenio regulador de custodia compartida es el ideal en una ruptura pue se aplica en defecto de acuerdo y modula de manera justa y beneficiosa para los hijos menores.
Los motivos para quitar la custodia a la madre o padre en su parte compartida requerirá la imposibilidad de ejercer la custodia compartida o un impedimento grave y permanente de alguno de los progenitores.
Un cambio menor o estrictamente temporal no debería de suponer el cambio del convenio de custodia compartida, pues es preferente en España y se trata de mantener en todo lo posible para favorecer la relación de los niños con ambos padres.